En ese momento no había mucho que pensar, ella estaba ahí, su amor estaba ahí, nosotras estábamos ahí. Hasta que ninguna de esas cosas estuvo, ni ella, ni su amor, ni un "nosotras". En ese momento quedé desconcertada, desconectada y perdida. Ella, no, ya no estaba ni iba a estar ahí conmigo. A pesar de que llevaba horas de su partida, yo sabía en el fondo qie llevaba meses que ya se había marchado, era triste, lo sentí y no me atreví a hacer nada para detenerla, quizá por miedo, quizá por pensar que era injusto detener a alguien que ansía marcharse. Y se fue. Caí, caí, en una espiral, en caída libre sin llegar al fondo, pero oh, sí, sí llegué. Perdí mi identidad, perdí mi dignidad, perdí mi cordura, perdí el simple sentido de quién era y yo y por supuesto me volví poco a poco un zombie en la vida, perdí hasta los kilos esos que estorbaban.
Dejé de ser yo.
Lloré, como nunca, y cuando digo como nunca no miento, nunca había llorado de tal forma. ..
Grité, lloré y tal vez hasta rogué y sin embargo nunca hubo cambios, ella llevaba mucho tiempo lejos de mí.
Me inundé en todos esos sentimientos y todas esas emociones que llevaba dentro y nunca pude llegar a expresarlas o demostrarlas como quise... desesperada con la ansiedad de tanto amor en mí y nadie que lo recibiera.
Corrí. Huí de mí misma.
Y ella. Siguió lejos de mí.
Hice. Deshice.
Nunca volvió.
Y un día, decidí dejarla libre, decidí quitarla el ancla que me estaba volviendo y decidí darme la oportunidad a mí misma de ser libre, de darme una nueva oportunidad con alguien más eventualmente.
Seguí.
Aprendí a reir nuevamente, aprendí a estar sola, aprendí a desacostumbrarme de su rostro, voz, su aroma y sus bromas. La dejé ir.
Y seguí.
Ahora pues, da miedo volver la mirada. Y creo que aún no lo haré.
Pero ahora hay paz. ahora estoy volviendo a ser yo.
Keep strong
Keep happy
Keep peaceful
Love.
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1 comentario:
Hermoso y sublime. Me fascino, gracias por compartir
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