11 mar 2013

De presencias y ausencias...

Hace años (algunos ya) cuando mi ex estaba a punto de cortarme (situación que finalizó en que yo misma me corté porque ella no se atrevía a hacerlo) entendí más claramente el asunto de las presencias y las ausencias. Esta es una situación tan trágica que simplemente se vuelve de alguna manera hermosa, es decir ¿Cuántas presencias tenemos en nuestra vida reflejando en realidad una ausencia?, ella, siguiendo este ejemplo, estaba ahí, estuvo ahí por un buen rato conmigo (meses, bastantes) y sin embargo ella tenía tiempo que se había ido de mi vida buscando nuevos horizontes, nuevas oportunidades, unos nuevos ojos que le ofrecieran esa mirada que en los míos ya no encontraba. Así pues entonces, nunca más pude olvidar ese tema. Tenemos quizá en nuestras vidas a muchas personas que sienten que ya han cumplido el ciclo con nosotros y que sin embargo no se atreven simplemente a emprender la graciosa huida, ésto, no deja de ser terriblemente cruel, me parece en realidad espantoso ¿Qué más terrible que sentir a alguien a medias a nuestro lado?, no me atrevo a decir que esto es falta de comunicación, es falta de valor y sí, repito, es una tremenda crueldad.
Es quizá lo que muchas veces he comentado, esta capacidad de ver que no queremos estar más con alguien y a pesar de ello seguir ahí nos proporciona a veces una gran ventaja: un duelo anticipado. Es decir, cuando finamente nos atrevemos a decir adiós (u obligamos a la otra persona a "decirse adiós a sí misma) uno ya se había despedido, uno ya se desligó y uno ya trabajó la parte de la separación cuando la otra persona apenas comienza a trabajar, a sufrir y a vivir ese duelo. ¿Es entonces justa esa ventaja?, la verdad es que no lo sé, me gustaría asegurar que no, me gustaría decir que uno debería de ser justo y hablar siempre claro pero la realidad es que en la mayor parte de las relaciones (de cualquier tipo) esto no es así, quizá porque muchas veces nos engañamos a nosotros mismos pensando que "son dudas que van a pasar" (casi nunca pasan) y es ahí donde decidimos en secreto  huir antes para al estar seguros dejarle saber a la otra persona que ya no estamos ahí.
Creo que existen pocos casos (muy pocos) donde son claros, lo viví alguna vez con el que yo llamaba mejor amigo, un día dijo "Me voy" y simplemente se fue para nunca más regresar. Así, sin más, sin explicaciones, pero nunca estuvo a medias conmigo. (Estuvo y después ya no)

Esto, no es un lamento a los abandonos, no me estoy quejando ni me pongo en el lugar de víctima, todos hemos estado en una u otra situación pero simplemente me quedé pensando en ello.

Además, también existen presencias ausentes. ¿A cuántas personas que se han ido de nuestras vidas no retenemos en las mismas con su puro recuerdo?, esta es otra cosa, puesto que esto depende de uno mismo, pero es cierto, es muy complicado.
Existen personas que uno desearía dejar en su vida para siempre y que aún y cuando han decidido irse uno simplemente no lo concibe, no lo acepta y entonces decide mantener a esa persona aunque sea en puro recuerdo, pensándole diariamente e inclusive sufriéndole día con día sin diferencia alguna del momento en que se marchó. ¿Vale la pena?, ¿Nunca más encontraremos a alguien que nos pueda provocar lo mismo?
Vale la pena pensarlo, pero más vale seguir adelante, ¿qué no?.

Y entonces, ¿A cuántas personas no les han podido decir honestamente que quieren partir? ¿A cuántas personas que han decidido irse aún retienen en sus vidas?

Pero miren, resulta que he vuelto a escribir por aquí, qué curioso.

Punto y aparte.

No hay comentarios: